Según un estudio publicado en la edición de julio de
Psychosomatic Medicine, la paternidad puede dar a la gente una mayor
resistencia al resfriado.
Un equipo de investigadores dirigido por psicólogos de la
Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh, Pensilvania, han encontrado que los padres tienen la mitad
de probabilidades de desarrollar una infección del tracto respiratorio superior
después de haber sido expuestos al virus del resfriado que las personas sin
hijos.
Este hallazgo no significa que los padres pasen un menor número
de resfriados que quienes no lo son, sino que sugiere que cuando son expuestos
a nuevos virus del resfriado, los padres tienen menos probabilidades de pasar
la enfermedad y empezar a estornudar, toser y sentirse desanimados que sus
compañeros sin hijos.
Este estudio se suma a otras investigaciones que han estudiado
el efecto de la paternidad en la salud. Algunos estudios han encontrado, por
ejemplo, que los padres se enfadan más a menudo, son más depresivos y ansiosos
y se muestran menos felices y satisfechos con sus vidas que quienes no son
padres. En el lado positivo, se ha encontrado que los padres tienen un menor
riesgo de suicidio y de padecer enfermedades del corazón.
Sin embargo, nadie hasta ahora había hecho un estudio que
examinara la relación entre la paternidad y el resfriado común, pese al hecho
de que los padres, especialmente los que tienen hijos en la escuela o
guardería, tienden a estar más expuestos a los virus respiratorios que otras
personas.
"Cuando comenzamos el estudio, teníamos dos teorías
diferentes de cómo iba a salir", dijo Sneed Rodlescia, autora principal
del estudio. "O bien el estrés derivado de la paternidad podría deprimir
el sistema inmunológico, dejando a los padres más vulnerables a los virus del
resfriado, o bien los beneficios positivos de la crianza, incluyendo
fortalecimiento de las relaciones sociales, podría hacer a los padres más
resistentes a los virus. "
Por supuesto, también existía la posibilidad de que los padres
hubieran acumulado una mayor resistencia a los virus del resfriado por la
exposición a los agentes patógenos a través de sus hijos.
Para el estudio, Sneed y sus colegas analizaron los
datos de tres experimentos separados que se habían realizado entre 1993 y 2004.
Tras verificar previamente que los participantes no tenían anticuerpos y, por
lo tanto, no eran inmunes al virus, los experimentos se realizaron sobre 795
adultos sanos de entre 18 y 55 años, quienes fueron llevados a un entorno
controlado en el que fueron expuestos a un virus del resfriado y posteriormente
fueron puestos en cuarentena durante un máximo de una semana. Durante el
estudio, la presencia del resfriado fue determinada no sólo por los síntomas,
como secreciones nasales, sino también por medio de pruebas para el virus. Poco
más del 40 por ciento de los participantes eran padres, con un promedio de 2:38
niños.
Los datos revelaron que los padres con uno o dos hijos eran un
48 por ciento menos propensos a enfermarse que sus iguales sin hijos. La
protección es aún mayor para aquellos con tres o más hijos: un 61 por ciento.
No importaba si los niños todavía vivían en casa o no, pues los padres seguían
siendo menos propensos a desarrollar el resfriado.
Los factores psicológicos pueden estar en juego
Sneed, dijo que ella y sus colegas no son capaces de explicar
por qué la paternidad se asociaba con menos catarros. Aunque los padres tienden
a tener redes sociales más amplias que los que no son padres, ese factor
afectaba a los resultados. Tampoco factores de comportamiento como el consumo
de tabaco, el consumo de alcohol y los hábitos de sueño.
"Hay una gran cantidad de variables psicológicas que se
miden en este estudio y que podrían llevar a posibles explicaciones",
afirma Sneed. Los padres pueden, por ejemplo, tener más claros sus objetivos en
la vida o no sentirse tan solos como las personas sin hijos. Como Sneed y sus
colegas señalan en su estudio, otra investigación ha descubierto una asociación
entre las emociones y la mayor o menor resistencia de la gente al virus del
resfriado común.
En nuestro estudio actual, hubo, sin embargo, un grupo de
padres que no mostraron un aumento en la
resistencia a los virus del resfriado: los de 18 a 24 años. Los investigadores
no saben por qué este grupo de padres no estaba protegido. "Es posible que
los padres más jóvenes no estén aún psicológica o económicamente preparados
para cumplir con el rol parental y de ahí que no acumulen los mismos beneficios
que los padres de más edad", escriben en su conclusión. "Los padres
más jóvenes también tienden a tener niños más pequeños que requieren más
atención... Según los padres envejecen, podrían poner más énfasis en los
aspectos positivos de la paternidad y menos en los negativos."
Fuente: Carnegie Mellon University
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sustitutiva de la prescripción, diagnóstico o tratamiento médico.