El yoga consiste en ejercicios de estiramiento específicos realizados con un control de la respiración profunda. Las personas de todas las edades y condiciones pueden beneficiarse de la práctica del yoga, incluso los niños. La práctica del yoga para niños se centra en la respiración, la concentración y en algunos aspectos del estiramiento.
Tal vez practiques yoga para enfocar tu mente y tu cuerpo, y te
plantees convencer a tus hijos para que hagan lo mismo. Y es que enseñar a los
niños a hacer yoga, o apuntarlos a clases de yoga puede ser muy beneficioso
para su salud. Aunque el yoga nunca se debe practicar sin supervisión, un
instructor puede enseñar a nuestros hijos cómo hacer las posturas (asanas)
correctas para lograr el mayor bienestar.
Existen varios estudios que demuestran los beneficios que la
práctica del yoga aporta a los niños. Un estudio de la Universidad de Texas
analizó los efectos del yoga Ashtanga en el peso en los niños con un alto
riesgo de diabetes tipo 2. Otro estudio, realizado por el Hospital Flushing en
Nueva York, probó los efectos del yoga sobre la juventud urbana y su bienestar.
Por su parte, una investigación de la Universidad de Ohio demostró mejoras
positivas sobre el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
con la práctica de yoga.
Atención e impulsividad
El sitio web dedicado al yoga www.yogadelights.com,
afirma que el yoga puede ayudar a los niños impulsivos o con problemas de
atención. El yoga ayuda a los niños a aprender a concentrarse, a meditar y a
controlar los impulsos, canalizando esa energía en algo más constructivo. Si tu
hijo tiene constantemente problemas en clase o para esperar su turno para
hablar, el yoga puede ser una buena manera de aprovechar esos impulsos y
hacerlos más manejables.
Ansiedad
Muchos niños sufren de algún tipo de ansiedad. Si están
nerviosos por el colegio, o estresados por la vida familiar, o por situaciones
sociales, el yoga puede ayudarles a calmarse y a controlar su ansiedad. Incluso
unos sencillos y específicos ejercicios de respiración pueden ser efectivos
cuando el niño no está en condiciones de hacer yoga tradicional, y puede
aprender los principios de la práctica del yoga y aplicarlos en su día a día.
Hiperactividad
La hiperactividad y la sobreestimulación son un problema con el
que muchos padres batallan a diario. En la era de los ordenadores, televisión,
DVDs, videojuegos y un diseño gráfico salvaje, no es de extrañar que los niños
no sepan quedarse quietos. Enseñar a nuestro hijo a practicar yoga le da la
oportunidad de participar en una actividad que se centra en su interior y no
utiliza accesorios, juegos o controladores externos. Incluso tan sólo una hora
a la semana, puede ayudar al niño a calmar la sobreestimulación originada por
otras actividades.
Autoestima
Los niños encuentran la autoestima cuando dominan una habilidad.
El yoga puede ser una buena opción para impulsar la autoestima de nuestro hijo.
A medida que realiza mejor las posturas y se siente más cómodo con su técnica,
sentirás que se refuerza su confianza en sí mismo. Además, como el yoga también
se centra en la propia salud y bienestar, tu hijo va a ser capaz de tomar un
tiempo para sí mismo y aprenderá a concentrarse en su propia salud.
Rehabilitación
Un estudio publicado en 2008 en la revista Journal of Pediatric Physical
Therapy señaló que el yoga es una manera efectiva de ayudar a
rehabilitar a los niños que se habían sometido a cirugía o que han sufrido
accidentes. La práctica del yoga aumenta la flexibilidad del cuerpo a través de
estiramientos, y la investigación demostró que los niños que practicaban yoga
como parte de su plan de rehabilitación experimentaban mayores beneficios
fisiológicos en comparación con los niños que no practicaban yoga.
El yoga estimula la conciencia corporal, y según la revista Yoga Journal, los niños que lo practican
pueden experimentar una alta autoestima y una imagen corporal positiva, al
tiempo que aprenden relajación y mejoran la concentración y la flexibilidad.
Respiración globo
El Radiant Child Yoga Program,
un programa de formación para profesores de yoga para niños y jóvenes, promueve
la respiración globo como una asana muy efectiva para los niños. Esta postura
expande los pulmones y estimula a los niños a concentrarse en la respiración al
tiempo que reconocen el aire como la fuente vital de la energía del cuerpo.
Además, la respiración relaja el sistema nervioso central y calma la mente.
Para hacer la postura de la respiración globo, hay que sentarse
con las piernas cruzadas y la espalda recta. Relaja los hombros y descansa los
brazos a los lados. Imagina que tu cuerpo es un globo desinflado que necesita
aire. Al inhalar, levanta los brazos lateralmente hasta llegar por encima de tu
cabeza. Tus manos se verán como un globo cuando estén por encima de tu cabeza.
Después de llenar el globo con aire lo más que puedas, suelta el aire del globo
imaginario. Para ello exhala por la boca y por la nariz, al mismo tiempo que
tus brazos bajan hasta la posición inicial.
Siente tu corazón
Esta actitud tranquilizadora anima a los niños a aquietar su
mente, relajar su cuerpo y apreciarlo, según Radiant Child Yoga. Esto les
permite conectarse con su cuerpo y observar el trabajo que su corazón hace por
ellos.
Para hacer la postura, siéntate cómodo con las piernas cruzadas.
Endereza la espalda y relaja los hombros. Levanta la barbilla de modo que quede
paralela al suelo y la mirada al frente. Cierra los ojos para favorecer la
relajación. Junta las palmas frente a tu cuerpo, con los dedos apuntando hacia
el techo y con los pulgares contra tu pecho. Mientras mantienes esta posición,
céntrate en los latidos de tu corazón y aprecia el trabajo que está haciendo
por tu cuerpo.
Postura de la mariposa
De acuerdo con el Flow Yoga Center,
las caderas acumulan tensión y ansiedad. La postura de la mariposa abre los
muslos y hace participar a la imaginación del niño. Para hacer la postura de la
mariposa, siéntate en una estera. Presiona las plantas de los pies juntos,
sujétate a la puntera de tus pies y deja que tus rodillas se relajen hacia el
suelo. Estira la columna vertebral, mira hacia delante y relaja los hombros.
Imagina que tus piernas son las alas de la mariposa. Suavemente, bate las
rodillas arriba y abajo. Esto calienta y estira los muslos internos.
En el siguiente enlace
podréis ver algunas imágenes de asanas o posturas de yoga practicadas por niños
de 12 y 13 años.
Para mayor información sobre la práctica del yoga en los niños,
te recomendamos que consultes con academias de yoga para niños en tu ciudad.
Existen programas de yoga para niños desde los 3 años, o incluso desde bebés
con sus mamás. Los beneficios que tanto tú como tu hijo obtendréis serán
múltiples y duraderos.
Fotos: Free Digital Photos: Sweet Little Laying Sisters by imagerymajestic / Children Doing Yoga by sattva / Yoga With Mam by sattva
La información contenida en este blog tiene carácter meramente
informativo y no puede ser considerada como sustitutiva de la prescripción,
diagnóstico o tratamiento médico