Los neurocientíficos de la Universidad de San Francisco en
California han descubierto que mediante el entrenamiento en los tests de
atención, jóvenes y mayores pueden mejorar el rendimiento del cerebro y las
habilidades multitarea.
Cualquiera que trate de realizar dos tareas al mismo tiempo, es
probable que lo haga mal en ambas. El por qué ocurre esto a nivel neurológico
ha sido en gran medida una incógnita. Sin embargo, ahora la investigación está
comenzando a revelar el impacto de la multitarea en la memoria a corto plazo y
la atención. Adán Gazzaley, profesor
asociado de neurología, fisiología y psiquiatría, y los investigadores del
Centro de Imagen Neurocientíficas de la UCSF (Universidad de California, San
Francisco) utilizan electroencefalogramas, resonancias magnéticas y otras
herramientas no invasivas para estudiar los procesos cognitivos mientras las
personas hacen lo mejor posible los ejercicios que estudian la memoria a corto
plazo.
En un estudio anterior, una serie de imágenes de caras y escenas
naturales se presentaban en una pantalla de ordenador de forma aleatoria, cada
una por alrededor de un segundo. Los participantes fueron instruidos para
centrarse en un tipo de imagen, su imagen-objetivo y hacer caso omiso del otro
tipo. Poco después, se les mostraba ya fuera una cara o una escena natural y se
les pedía que pulsaran un botón, si esta era su imagen-objetivo. Esta tarea
pone a prueba la atención visual de los participantes y la memoria frente a las
distracciones y la multitarea. De hecho, la imagen "mala" es
esencialmente una distracción visual de la tarea en cuestión. Los estudios han
puesto de manifiesto que determinadas capacidades de procesamiento del cerebro
disminuyen con la edad y comprometen a la memoria a corto plazo o memoria de
trabajo -una capacidad que subyace en el rendimiento en una amplia gama de
habilidades cognitivas. Gazzaley encontró con esta investigación que alrededor
de un tercio de las personas mayores lo hacen tan bien como las personas con
una media de 20 años de edad. Pero la mayoría realizan la prueba considerablemente
peor. Muchos investigadores presentaron distintas hipótesis sobre qué funciones
del cerebro son las responsables de las diferencias. Pero el laboratorio de
Gazzaley ha resumido las posibles explicaciones utilizando las mediciones de
imágenes cerebrales. Los cambios en el flujo sanguíneo a diferentes regiones
del cerebro muestran que, en comparación con los más jóvenes, que las partes
del cerebro encargadas de la percepción visual en la mayoría de las personas
mayores se bloquean en las imágenes equivocadas. Esto, según Gazzaley, sobrecarga
la memoria a corto plazo y explica un peor rendimiento.
"Las personas mayores tienden sobreprocesar los estímulos
que distraen, y también son más lentos para recuperar su atención después de
una interrupción cuando están realizando una multitarea", dijo.
"Parece haber una rigidez en la capacidad de su cerebro para volver a la
tarea principal." Él llama a esto un déficit en la modulación
"top-down"- la capacidad de la parte consciente del cerebro para
dirigir a la parte visual de vuelta al trabajo. Es esta rigidez la que
interfiere con la memoria a corto plazo. El laboratorio de la Universidad de
San Francisco de Gazzaley y otros han encontrado que mediante el entrenamiento
en los tests de atención, todas las personas, tanto jóvenes como mayores pueden
mejorar su rendimiento cerebral y las habilidades multitarea. Su investigación
muestra que los beneficios pueden extenderse a otras funciones cerebrales
cruciales, como la atención sostenida. Los famosos juegos comercializados de
entrenamiento cerebral ("Brain Training") han estado en el mercado
desde hace más de una década. La mayoría se basan en las pruebas de que el
entrenamiento funciona, al menos en lo que respecta a la mejoría a corto plazo
de la memoria de trabajo. Pero no se basan en el tipo de estudios cerebrales
realizados por el laboratorio de la UCSF. Recientemente, Gazzaley aplicó sus
estudios de fisiología del cerebro al mundo real de los videojuegos. Ha
trabajado con desarrolladores profesionales de videojuegos en una empresa de
nueva creación llamada Akili laboratorios interactivos para crear un juego
atractivo que se basa en la investigación de su laboratorio.
Gazzaley desarrolló el predecesor del juego comercial que pronto
se lanzará "Neuroracer". En su modelo, los jugadores tienen que detectar
una señal-objetivo mientras se conduce un coche virtual en un entorno 3-D. El
juego puede ser utilizado tanto para el diagnóstico como para el entrenamiento.
En la parte de diagnóstico, los resultados preliminares sugieren que las
habilidades multitarea no sólo no se bloquean a una cierta edad, sino que en
realidad los bloqueos pueden disminuir a un ritmo constante a partir de los
comienzos de la edad adulta. Los resultados del entrenamiento también muestran
que los adultos mayores pueden mejorar considerablemente su capacidad para
realizar múltiples tareas. En 2011, Gazzaley y la UCSF presentaron una patente
que cubre el uso de los juegos para el diagnóstico y el entrenamiento del
rendimiento cerebral en los ámbitos de la distracción y la multitarea. Los
hallazgos de Gazzaley han llamado la atención de los colegas que trabajan con
pacientes con autismo o seriamente deprimidos. Algunos médicos piensan que la
participación de estos pacientes en estos juegos puede mejorar su capacidad de
concentración. "Hemos pasado de estudios de laboratorio sobre cómo el
cerebro cambia con la edad a demostraciones de nuevos enfoques que pueden
mejorar el procesamiento de la información y el rendimiento en los adultos
mayores", dijo Gazzaley. "Si los nuevos videojuegos que estamos
desarrollando son lo suficientemente atractivos y divertidos para que la gente
se anime a jugar a menudo, tanto los adultos sanos como los individuos con
trastornos cognitivos, podrían experimentar beneficios significativos. Ese
sería un resultado muy poderoso para el estudio".
Fotos: Wikimedia Commons: Subject ready for EEG recording at the phonetics lab, Stockholm University by Petter Kallioinen / Universidad de California, San Francisco: Investigación de la UCSF