Varias investigaciones han demostrado que los aditivos
alimentarios utilizados en cientos de alimentos y bebidas infantiles pueden
causar aumento de actividad, descontrol, rabietas y mal comportamiento en los niños.
Un estudio financiado por el gobierno británico confirma lo que muchos padres
han sospechado durante mucho tiempo sobre el efecto de las sustancias químicas
incluidas en caramelos, galletas y otros alimentos. Y es que los colorantes añadidos
a productos como caramelos, gominolas y
bebidas gaseosas podrían provocar problemas de conducta hasta a una cuarta
parte de los niños pequeños.
Un estudio desarrollado sobre un grupo de niños de tres años de
edad demostró que es más probable que sufran falta de concentración, pérdida de
control, interrumpan a los demás y luchen hasta quedarse dormidos cuando beben
zumo de fruta envasado con colorantes y conservantes.
Tras el estudio, se encontró que en el mercado había más de 200
alimentos y bebidas destinados a la población infantil que contenían uno o más
de los aditivos puestos en entredicho por la investigación. Gran parte de estos
productos y otros similares se distribuyen en igual medida a nivel mundial
destinados al consumidor infantil.
Muchos países están fomentando la sustitución de estos aditivos en
los productos de consumo destinados a los niños por otros aditivos más
naturales. “Incluso los niños más
pequeños, sin antecedentes de hiperactividad, podrían verse afectados”,
afirman los investigadores. “En cambio, si se sustituyen los aditivos
artificiales por aditivos más naturales, todos los niños disfrutarán de los
beneficios.”
Un grupo de 227 niños de tres años de la Isla de Wight participó
durante un mes en un estudio realizado por el Centro de Investigación de la
Alergia y el Asma del Reino Unido. Durante dos semanas, se les dio a los niños
un zumo de fruta diario con 20 mg de colorantes artificiales y 45 mg de
conservante, que son niveles iguales o inferiores a los permitidos en el mercado. Los aditivos
probados fueron el colorante artificial tartrazina (E102), el amarillo
crepúsculo (E110), carmoisina (E122), el rojo Ponceau 4R (E124), y el
conservante benzoato de sodio (E211). Los cinco estaban incluidos al mismo
tiempo en una sola bebida.
Durante las dos semanas siguientes, los mismos niños bebieron un
zumo de fruta, idéntico en apariencia, pero sin aditivos. Los padres rellenaban
los informes de evaluación sobre la conducta de su hijo respecto a si
interrumpían a los demás, jugueteaban con objetos, molestaban a propósito a los
demás, o si tenían dificultad para quedarse
dormidos, así como los berrinches y la paciencia. Los resultados del
informe mostraron que los colorantes artificiales y el conservante benzoato de
sodio tenían "efectos sustanciales" en el comportamiento de los
pequeños.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que los cambios
significativos en el comportamiento de los niños se debían a la presencia de
colorantes y aditivos en la dieta. Y añadieron: "Eliminar estos productos de la dieta, beneficia a todos los niños, y no
sólo a los que muestran un comportamiento hiperactivo”.
La Comisión de Alimentos británica reclama una prohibición de
los aditivos y colorantes testados que ya han sido restringidos en otros países
para proteger a los niños. Entre tanto, los fabricantes, que venden sus
productos a gran escala a nivel mundial, se defienden diciendo que sus
productos incluyen sustancias legales y permitidas, a la vez que no se plantean
introducir cambios en las etiquetas de ingredientes.
¿Qué aditivos tenemos que buscar en la etiqueta de ingredientes?
Colorantes artificiales (comunes en dulces, bebidas, comida
para llevar, cereales y muchos alimentos procesados)
· E102 tartrazina,
- E104 Amarillo de quinoleína,
- E107 2G Amarillo,
- E110 Amarillo anaranjado S,
- E122 Azorrubina,
- E123 Amaranto,
- E124 Rojo Ponceau
- E127 Eritrosina,
- E128 Rojo 2G,
- E129 Rojo allura,
- E132 Indigotina,
- E133 Azul brillante,
- E142 Verde S,
- E151 Negro brillante,
- E155 Marrón chocolate color natural,
- E160 B Achiote (en yogures, helados, palomitas de maíz... El E160a es una alternativa segura a este último)
Conservantes
- E200-E203 (Sorbatos
en margarina, salsas, pasteles, productos de frutas)
- E210-E213 Benzoatos
(en zumos, refrescos, licores, jarabes, medicamentos)
- E220-E228 (Sulfitos
en frutos secos, zumos de fruta, embutidos, y muchos otros)
- E280-E283 Propionatos
(en pan, bollos, y otros productos de panadería)
· E249-E252
(Nitratos y nitritos en embutidos y carnes procesadas como el jamón)
Los antioxidantes sintéticos - en margarinas, aceites vegetales,
alimentos fritos, bocadillos, galletas, etc
- E310-E312 E319-E320
galatos TBHQ, BHA, BHT (mientras que E306-E309 son alternativas seguras)
Potenciadores del sabor - en galletas, bocadillos, comida
para llevar, fideos instantáneos, aceitunas rellenas, sopas
- E621 MSG E627, E631,
E635 Inosinato disódico, Guanilato disódico, Ribonucleótidos
Cuadro
elaborado por Sue Dengate, autora del libro 'Up Fed: Comprender cómo la comida
afecta a su hijo y lo que puede hacer al respecto "
Cómo afectan los aditivos alimentarios a los niños
Nuestros hábitos alimenticios han cambiado tanto en las últimas
décadas, que no es de extrañar que algunos alimentos estén relacionados con los
problemas de comportamiento y aprendizaje en los niños, dándose una tendencia
ascendente en este sentido, debido a que cada vez son más los alimentos en el
mercado que incluyen estos aditivos.
En contra de lo que muchos padres creen, los aditivos alimentarios, no se limitan a una simple inclusión de
azúcar, y son los verdaderos culpables
de muchos problemas de conducta en los niños. Las reacciones están
relacionadas con la dosis, por lo que, cuánto mayor sea la cantidad de aditivos
que consuma el niño, más probable es que se vea afectado por ellos.
Hoy en día, los aditivos vienen incluidos en alimentos tales
como el pan, la mantequilla, las galletas, el yogur, el muesli y los zumos, así
como en la comida rápida, donde más abundan. Los padres que afirman
"comemos comida sana" generalmente se sorprenden al descubrir que sus
hijos pueden estar consumiendo 20 aditivos o más al día.
La irritabilidad, los estallidos de mal genio, el enfrentamiento
desafiante, la inquietud y la dificultad para conciliar el sueño son los
principales efectos de los aditivos en el comportamiento de nuestros hijos. Los
productos químicos alimentarios pueden estar asociados con muchos otros efectos
como las discusiones entre hermanos, hacer ruido, el retraso en el lenguaje, la depresión o
ansiedad y la dificultad para concentrarse. Sin aditivos en la dieta, los niños son generalmente más tranquilos,
más felices y más cooperativos, y tienen mayor control de sí mismos, lo que
aumenta su satisfacción personal.
Erupciones cutáneas, dolores de cabeza, orinarse en la cama,
dolor de estómago, estreñimiento, gases o asma también pueden ser un problema
derivado del consumo de los aditivos alimentarios. Los padres de niños
asmáticos no suelen saber que los
conservantes sulfito (E220-E228) en alimentos como los frutos secos, los embutidos,
y algunas bebidas pueden irritar las vías respiratorias y producir ataques de
asma.
Algunos consejos
Lee siempre las etiquetas de los ingredientes, en especial, en
los productos que van a consumir tus hijos. Elige el pan sin conservantes.
Compra yogures, helados y caramelos sin colorantes. Y anima a tus hijos a beber
agua como bebida principal.
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Fuente: Food Intolerance Network
Fotos: Morguefile: Child
by dravenh / Candy by ameestauffe / Gum drops by dhester /
La información
contenida en este blog tiene carácter meramente informativo y no puede ser
considerada como sustitutiva de la prescripción, diagnóstico o tratamiento
médico