La salud se refleja en la piel |
"Somos lo que comemos" La calidad de nuestra dieta se
refleja en la piel, explica Ashley Koff,
una famosa dietista que ha trabajado con actrices de Hollywood y deportistas
olímpicos. "Nuestra comida afecta a la piel tanto positiva como
negativamente", afirma.
Los alimentos que mencionamos a continuación son considerados
tanto por ella como por otros expertos como alimentos que producen efectos
adversos sobre el brillo y el aspecto saludable de nuestra piel:
1. Alimentos envasados y procesados
Debemos evitar su consumo porque las dietas ricas en alimentos
procesados demuestran deficiencias nutricionales que se reflejan en la piel. En
general, cuanto mejor sea la calidad de tu comida, mejor será tu salud y la de
tu piel. Además, los alimentos envasados suelen tener un bajo contenido de
agua. La hidratación corporal es esencial para la salud de nuestra piel, ya que
ayuda a su desintoxicación y a regular la producción de los aceites naturales
que la protegen.
2. Alimentos de origen no orgánico
Los alimentos que no tienen un origen orgánico pueden contener
hormonas, pesticidas, herbicidas, fungicidas y ceras. Todos estos tóxicos
pueden dañar nuestra salud de muchas formas. Se ha demostrado que ciertas
hormonas y pesticidas afectan a las habilidades motoras y se han relacionado
con una variedad de enfermedades y afecciones de la salud. Estos productos
químicos producen a menudo una respuesta inflamatoria en nuestro cuerpo.
Además, son muchos los estudios que demuestran que los alimentos cultivados
orgánicamente tienen dos o tres veces más vitaminas, minerales y oligoelementos
que los cultivados no orgánicos. Cuantos mayores nutrientes, que son los
bloques de construcción de un cutis saludable, recibe nuestro cuerpo, mejor se
verá nuestra piel y más sana estará.
3. La carne
En la actualidad, a los animales se les trata con cócteles de
hormonas, esteroides de crecimiento y antibióticos, y son alimentados con
piensos tratados para que crezcan más rápido en vistas a su próximo sacrificio y
consumo como alimento. Cuando nos comemos a estos animales, ingerimos una buena
dosis de ese cóctel químico que puede
conducir a desequilibrios hormonales en nuestro cuerpo, a sufrir acné o
inflamación. En general, a nuestro sistema digestivo le cuesta más digerir las
carnes animales. Si nuestro organismo no recibe suficiente agua y fibra en la
dieta, las carnes pueden no digerirse bien, aumentando así la toxicidad en
nuestro cuerpo.
4. Los lácteos
Con los productos lácteos ocurre lo mismo que con las carnes.
Las vacas lecheras reciben tratamientos hormonales para aumentar y prolongar su
lactancia llegando incluso a duplicar su producción de leche. Cuando tomamos
esa leche o comemos yogur, helado, queso, etc., consumimos una dosis de estas
hormonas. El consumo de lácteos se ha relacionado con el acné. El exceso de
estrógenos, que se encuentran a menudo en los productos lácteos, puede causar
una cascada de problemas de salud, tanto en hombres como en mujeres. Por
último, se sabe que los productos lácteos provocan la formación de moco en el
cuerpo, lo que contribuye a la inflamación y la "adherencia" de
bacterias malas. Koff recomienda reducir significativamente el consumo de
productos lácteos, y elegirlos libres de
hormonas y con toda su grasa natural.
5. Los fritos y grasas hidrogenadas
Cuando el aceite alcanza una temperatura muy alta, se oxida, con
lo que ingerimos grasas oxidadas. Todos sabemos que los oxidantes son malos y
los antioxidantes son buenos. Los aceites reutilizados, como los que se usan
para freír las patatas, son especialmente malos, porque son mucho más tóxicos y
difíciles de eliminar de nuestro cuerpo. Estos aceites contribuyen a la formación
de enfermedades del corazón, mala circulación de la sangre y a procesos
metabólicos debilitados. Una piel sana requiere de una buena circulación
sanguínea y de un buen metabolismo. Ingerir estas grasas conduce a una falta de
oxígeno en la piel, disminuyendo la síntesis del colágeno y la elastina que son
necesarios para reflejar un resplandor juvenil.
6. Los colorantes y aromatizantes y los edulcorantes artificiales
Sustancias como el aspartamo, el rojo #5 y los sabores
artificiales son muy comunes en nuestra dieta, pero estos aditivos químicos no
deberían entrar en nuestro cuerpo. No solo no contienen ningún valor
nutricional, sino que pueden irritar nuestro organismo y crear reacciones
inflamatorias y alergias. Lo que es aún peor, nuestro cuerpo tiende a almacenar
estos productos químicos en los tejidos.
7. Los suplementos de mala calidad
Muchas personas toman suplementos de forma regular, pero la
mayoría de nosotros no sabemos realmente el origen de esos suplementos, o lo
que realmente contienen. "A menudo contienen alérgenos, rellenos o
ingredientes ocultos que no conocemos." afirma Koff. Es muy importante
buscar suplementos que informen claramente en su etiqueta todos sus
ingredientes, el número de lote, el país de procedencia, si es que son de
importación, y la fecha de caducidad. Y debe respetarse la dosis adecuada. Tomar
demasiada vitamina A o zinc, por ejemplo, puede deshidratar la piel. Es muy
importante prestar especial cuidado a los productos de importación que
compramos, que deben respetar las normativas de salud de la Unión Europea.
8. El azúcar
El azúcar puede debilitar nuestro sistema inmunológico,
afectando a la capacidad de nuestro organismo a luchar contra las bacterias,
una de las principales causas del acné y otras afecciones inflamatorias de la
piel. Más bacterias producen más toxinas, dando como resultado una peor piel.
El azúcar también puede contribuir al estreñimiento, que también conduce a la
congestión en nuestra piel.
9. La cafeína
Los estudios han demostrado que 2 a 3 tazas de bebidas con
cafeína aumentan los niveles de cortisol de nuestro cuerpo. El exceso de
cortisol (también conocido como la hormona del estrés) acelera el proceso de
envejecimiento y daña e incluso adelgaza la piel. Cuanto más delgada sea
nuestra piel, más propensa es a las líneas finas, arrugas, deshidratación y a
una apariencia opaca. El café es también diurético, y como tal puede contribuir
a deshidratar el organismo. Cuanto mejor hidratado esté nuestro cuerpo, más
saludable aparecerá nuestra piel.
10. Los cereales con gluten
El gluten es una proteína presente en el trigo y otros cereales básicos en nuestra dieta. Pero, irónicamente,
los estudios demuestran que hasta un 40% de los adultos tienen algún tipo de
sensibilidad o intolerancia al gluten o al trigo. "la inflamación en
nuestro cuerpo, a menudo se manifiesta en nuestra piel", dice Koff
"cuando mis clientes reducen su consumo de gluten, casi siempre hay una
notable mejoría en su complexión y salud general." Algunos de los
alimentos que se deben evitar incluyen pastas, pan, galletas, pasteles, avena,
pizza, cerveza, cebada, centeno y espelta.
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Fotos: Free Digital Photos: Woman And Yellow Daisy by marin / Cosmetics
by marin
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sustitutiva de la prescripción, diagnóstico o tratamiento médico.