sábado, 8 de diciembre de 2012

El optimismo y la supervivencia


Feliz en la Naturaleza
Es obvio que las personas sanas viven más que las personas enfermas. El optimismo, en realidad, no solo mejora la salud, sino que también impulsa la longevidad, de acuerdo a dos estudios realizados en los EE.UU. y dos en los Países Bajos.

Uno de los estudios americanos evaluó a 839 personas a principios de 1960, mediante la realización de un examen psicológico para medir el optimismo-pesimismo, así como una evaluación clínica completa. La misma gente fue revisada de nuevo 30 años más tarde. Como resultado encontraron que el optimismo se relacionaba con la longevidad. En la prueba, con cada aumento de 10 puntos en la medición del pesimismo, aumentaba la tasa de mortalidad un 19%.

Otro estudio más reciente realizado en EE.UU. examinó a 6.959 estudiantes que hicieron un test de personalidad integral cuando ingresaron en la Universidad de Carolina del Norte a mediados de la década de 1960. Durante los siguientes 40 años, 476 de estas personas murieron por una variedad de causas, siendo el cáncer la más común. Como resultado vieron que el pesimismo afectaba de una manera sustancial; las personas más pesimistas tenían una tasa un 42% mayor de morir que los más optimistas.

Rodéate de los que te quieren
Los dos estudios holandeses presentaron unos resultados similares. En uno, los investigadores siguieron a 545 hombres que estaban libres de enfermedad cardiovascular y de cáncer cuando fueron evaluados en 1985. En los siguientes 15 años, los más optimistas fueron un 55% menos propensos a morir por enfermedad cardiovascular que los pesimistas, incluso después de que los tradicionales factores de riesgo cardiovascular y la depresión se hubieran tenido en cuenta.

El otro estudio holandés evaluó a 941 hombres y mujeres entre las edades de 65 y 85 años. Las personas que se manifestaron más dispuestas al optimismo al inicio del estudio disfrutaron de un riesgo un 45% menor de muerte durante el período de nueve años de seguimiento.

Se necesitan más estudios para aclarar la relación entre el optimismo y la buena salud. Es probable que estén implicados múltiples mecanismos. La personalidad es compleja, y los médicos no saben si el optimismo es algo innato en una persona o si se puede alimentar y fomentar de alguna manera. No sabemos si McLandburgh Wilson estaba preguntándose estas cuestiones cuando explicó el optimismo en 1915:

"Junta al optimista y al pesimista. La diferencia es graciosa. El optimista ve el donut. Pero el pesimista ve el agujero."

Se están acumulando pruebas de que el optimismo es bueno para la salud. Pero, con lo que ya sabemos, en vez de esperar los resultados de nuevas investigaciones, tal vez lo mejor que podemos hacer es buscar resquicios de esperanza, sonreír en todo momento, ser positivos y rodearnos de quienes nos quieren para hacer nuestra vida y la de los nuestros mucho más feliz. No te plantees cuánto te queda de vida ni cómo vas a vivirla, y sencillamente, vívela y disfrútala cada minuto.


Fotos: Free Digital Photos: Happy Girl Jumping In Paddy Field by meepoohfoto / Boy And Girl On BMX by Sujin Jetkasettakorn

 

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