Durante las fiestas de Navidad se acumulan muchas comidas y cenas
llenas de platos inacabables y pesados de digerir y muchos dulces tentadores. A
veces, la glotonería y, otras veces, el compromiso de cenar en casa de
familiares y amigos, nos deja la sensación de culpa y remordimiento por haber
comido de más o por no haber comido como nos habíamos planteado previamente.
Los dietistas del NewYork-Presbyterian
Hospital proponen que añadamos nuevos platos favoritos y más saludables a
las comidas y cenas tradicionales. Las comidas saludables también pueden ser
festivas y deliciosas y se pueden incluir en los menús de las fiestas
manteniendo nuestra buena costumbre de llevar una dieta sana y equilibrada.
Presta atención a tu sensación de hambre durante las comidas
navideñas. Cuando te sientas saciado y cómodo, es el momento de dejar de comer.
A continuación te presentamos una pequeña guía de supervivencia
para que tu dieta no se aleje demasiado de tus deseos este año.
- Replantéate tus aperitivos. Incorpora opciones de aperitivos más sanos antes de las comidas. Puedes servir unas brochetas de tomatitos cherry con hojas de albahaca y queso fresco mozzarella, o unas gambas marinadas con zumo de limón y ajo, o albaricoques secos con cabrales (Cubre cada albaricoque con media cucharadita tamaño café de queso cabrales. Espolvorea con pistachos desmenuzados y rocía con unas gotitas de miel. Finalmente, puedes espolvorear sobre ellos un poco de pimienta). En general, el salmon ahumado y las gambas nunca fallan y son muy saludables además de aportar muy pocas calorías a tus aperitivos.
- Añade color a tu cena navideña con una bandeja de frutas o una ensalada de verduras. No solo es saludable y delicioso, sino que además puede resultar muy decorativo. En Internet encontrarás muchas ideas para decorar tu mesa con frutas.
- Toma porciones más pequeñas. Se pueden llegar a probar todos los platos que se sirvan en la cena si comes raciones pequeñas de cada uno. Recuerda, una indulgencia ocasional no tiene por qué destruir todos tus intentos de perder peso.
- No te quedes con la sensación de que te están rellenando como al pavo para la siguiente cena. Aprende a decir que no cuando tu suegra te llene el plato hasta el borde. Seguro que no hieres los sentimientos de la cocinera ni los tuyos propios por no haber dicho nada a tiempo.
- Un bocado de pastel te hará menos daño que una pieza entera. Si no quieres continuar comiendo, tal vez sea el momento de comenzar una conversación, que, además, no suma calorías. Las vacaciones son un buen momento para charlar con los seres queridos a los que hace tiempo que no vemos. Pero asegúrate de no hablar de la comida, por si la cocinera está atenta, que es lo más probable, y te llena el plato un poco más.
- Nunca te saltes comidas antes de una comida o cena navideña. Es menos probable que te excedas en la comida si te has alimentado bien durante todo el día y llegas sin sensación de hambre.
- No permitas que
las interminables visitas navideñas y el ritmo de las vacaciones frenen tu
programa habitual de ejercicios. Abrígate bien y date un paseo después de
la comida o la cena. Esto no solo puede evitar que comas en exceso y que
picotees de los aperitivos, sino que también es una forma ideal de quemar
las calorías extra que hayas ingerido y de ayudar a tu organismo a digerir
la cena.
Fotos: Free DigitalPhotos: Fruit Salad by paytai / Red & Green Apple by kornnphoto /
La información
contenida en este blog tiene carácter meramente informativo y no puede ser
considerada como sustitutiva de la prescripción, diagnóstico o tratamiento
médico