jueves, 20 de septiembre de 2012

Artrosis. Remedios para aliviar el dolor.


Es probable que la artrosis sea la enfermedad más antigua de la Tierra. Ya las momias descubiertas en Egipto la tenían al igual que el hombre prehistórico. Cientos de miles de españoles la padecen en la actualidad y su número seguirá incrementándose.

Cuando leas esto, quizás tengas artrosis o conozcas a alguien que la padece. Existen numerosos libros que dan información sobre nuevos tratamientos con fármacos potentes e, incluso, cirugía, pero sigue sin existir ningún "milagro" nuevo para su curación, simplemente presentan la forma de evitar el dolor sin necesidad de recurrir a los fármacos. Hay mucho que podemos hacer en casa, sin un equipo demasiado caro, dolor o riesgo.

Pierde peso, gana alivio. No existe una comida o dieta mágica que haga desaparecer el dolor de la artrosis. Pero, si tienes un peso excesivo y logras adelgazar esos kilos de más a base de ejercicio y una dieta equilibrada, reducirás una cantidad significativa del estrés y dolor que sientes en la columna vertebral, rodillas, caderas, tobillos y pies.

La razón es que cuanto mayor es el sobrepeso, mayores serán la tensión y la presión ejercidas sobre las articulaciones, lo que incrementa la tensión sobre el cartílago, que a su vez actúa sobre el hueso, aumentando la inflamación, la hinchazón y el dolor.
La solución consiste en buscar junto con tu médico la dieta más adecuada para ti y cumplirla.

Estírate suavemente para adquirir mayor fuerza y movilidad. Cuando existe artrosis, el movimiento produce dolor, pero la inmovilidad es aún más perjudicial. Los movimientos incorrectos causan daño, mientras que los adecuados promueven la curación.

Muchos médicos prescriben yoga a los pacientes que sufren artrosis, porque sus movimientos favorecen la alineación de las articulaciones deformadas. Los músculos se alargan y vigorizan. Considera la posibilidad de acudir a sesiones con un profesor experimentado o, en su defecto, cómprate un libro sobre las posiciones correctas del yoga. Lo importante es recordar que un ejercicio de yoga bien concebido es la clave para restituir la salud a las articulaciones artrósicas. Practica ejercicios dentro de los límites impuestos por la enfermedad, pero no te quedes inmovilizado.

Busca alivio con menos estrés. Si sientes dolor y se te contraen los músculos, el dolor que sentirás será aún mayor. Las personas que logran cierto control de su vida tienen más posibilidad de dominar el dolor.

Recientes investigaciones han demostrado la importancia que ejerce la actitud psicológica en la artrosis.

- No corras: Las personas con artrosis deben aprender a caminar con pasos lentos y a no tratar de hacer todo aquello que suelen hacer cuando se sienten bien, ya que lo único que consiguen es cansarse y sentir más dolor al día siguiente. Intenta hacer un poco cada día, y no te enfades por no poder hacerlo todo.

- Aprende a relajarte. Aunque te sorprenda, las lecciones de preparación al parto podrían ser de gran utilidad, porque te enseñan a enfrentarte al dolor mediante la relajación.
Las articulaciones inmóviles se vuelven dolorosas. Si nos centramos en el dolor, sentiremos cómo éste aumenta, pero si dirigimos nuestra atención a otras cosas que también son importantes, el dolor disminuye o, incluso, desaparece.

Prevención nocturna para aliviar la rigidez matinal. Alrededor del 90 % de los pacientes que sufren artrosis padecen cierto grado de rigidez matinal. Se aconseja aplicar un ungüento sobre el músculo ante de irse a la cama, ya que relaja y añade un impulso psicológico, ya que las personas con artrosis tienden a sentirse mejor durante el día si cuando se levantan por la mañana no están rígidos.

Flotar ayuda a disminuir el dolor. Las investigaciones han demostrado que flotar en los llamados tanques flotantes, también conocidos como tanques de aislamiento, en los que uno se encuentra privado de las percepciones sensoriales, puede aliviar el dolor.
Se recomienda permanecer alrededor de una hora en el tanque. El dolor disminuye debido a que se produce una reducción de la tensión. El cuerpo y los músculos se relajan y esto hace que se estimule la liberación de las endorfinas, sustancias naturales calmantes secretadas por el organismo.

El agua de los tanques se halla a 20 º, (la misma temperatura de la piel) y, como el aire en el ambiente es caliente y tranquilo, se consigue así una relajación profunda.

Mezcla aceite y agua. Se han efectuado experimentos en pacientes que padecen de artrosis en las manos con resultados positivos.

Se recomienda calor y un ungüento de eucalipto con base oleaginosa, utilizado tanto para la artrosis como para la artritis reumática.

Este producto puede utilizarse en combinación con calor húmedo, especialmente cuando una persona siente cierta rigidez o dolor.

Frotar y cubrir la articulación. El calor húmedo puede aplicarse mediante toallas calientes o introduciendo las manos o los pies directamente en agua caliente.

Los ejercicios en el agua hacen maravillas. Pregunta a varios médicos sobre los méritos de cualquier tratamiento para la artrosis y obtendrá diferentes opiniones. Pero si les preguntas sobre los ejercicios en el agua, sorprendentemente todos coincidirán.

Los ejercicios en el agua son excelentes, ya que el dolor disminuye de manera significativa y, además, tu cuerpo adquiere mayor flexibilidad.

Las técnicas de los ejercicios para principiantes son muy fáciles de aprender; consisten en flotar, caminar y flexionar el cuerpo en el agua a la altura del pecho. Los movimientos más avanzados se asemejan a los pasos de una danza acuática concebida para obtener una mayor ventaja de la resistencia natural del agua y una posibilidad de flotación mayor.

Haz partícipe a tu pareja. Se recomienda ser atento y colaborador no sólo cuando el cónyuge se siente mal, sino también cuando se encuentre bien y activo. Este es el momento para decirle: ¡Qué feliz me siento al verte hacer cosas! Las alabanzas son muy importantes y a menudo nos olvidamos de hacerlas.

Usa hielo para prevenir el dolor. Se recomienda el frío como tratamiento para las articulaciones cuando éstas se encuentran fatigadas debido al exceso de trabajo físico. Se puede aplicar tanto un trozo de hielo como una bolsa con cubitos durante 15-20 minutos; luego se retira 10-15 minutos y, si es necesario, se puede repetir la secuencia durante horas.

Aplica calor para reducir el dolor. Cuando las articulaciones se calientan, se hinchan y se vuelven más sensibles. En este caso el calor es la mejor solución; el frío, en cambio, las dañaría más.

No sobreprotejas las articulaciones. Es importante que las personas con artrosis sigan un programa de ejercicios de como caminar, montar en bicicleta o nadar, porque con estas actividades las articulaciones no se resienten. Puede efectuarse cualquier tipo de ejercicio tolerable, con el objetivo de que la velocidad del pulso se eleve al menos a 120 pulsaciones por minuto, lo que redundará en un beneficio para los pulmones y el corazón.

Algunas investigaciones han demostrado que el ejercicio vigoroso puede dar excelentes resultados en los pacientes con artritis reumática, así como mejorías en los planos fisiológico y psicológico.

En una prueba cuyo objetivo era comprobar si los síntomas de la fatiga y de la depresión eran el resultado de malas condiciones físicas, se sometió a 54 pacientes a un programa con ejercicios de aerobic de bajo impacto. Se concluyó que el ejercicio vigoroso no solo no provoca inflamación en las articulaciones, sino que, en cambio, éstas mejoran con el andar, las actividades físicas y el estado físico general, al mismo tiempo que se favorece la disminución del dolor en las articulaciones, la hinchazón y el malestar general.

Abandona los calmantes. Las píldoras para dormir, los tranquilizantes y los narcóticos forman una parte importante de la vida de los que padecen artrosis. Cada vez se requieren dosis mayores para obtener el mismo efecto y, a la larga, terminan por ocasionar más problemas de los que resuelven.

Se recomienda sustituir gradualmente el uso de los fármacos mencionados por la bioretroacción u otra terapia similar o por calmantes como la aspirina o el ibuprofeno, que no son narcóticos. Esto se debe hacer siempre con la ayuda de su médico.

Aceite de pescado para calmar el dolor. Mucha gente utliiza el aceite de pescado como calmante.

En algunas investigaciones se comprobó una mejoría en la fatiga y la sensibilidad de las articulaciones en pacientes con artritis reumática que habían ingerido cápsulas de aceite de pescado.

Los ácidos grasos omega-3 presentes en el aceite de hígado de bacalao ayudan a aliviar los síntomas de la artritis reumática, brindando al organismo una cantidad importante de vitaminas D y A. La Vitamina D es necesaria para el fortalecimiento de los huesos, y la Vitamina A tiene efectos antiinflamatorios.

Su ingestión debe limitarse a una cucharadita de aceite de hígado de bacalao por día, una mayor cantidad podría causar problemas hepáticos. Consulte con su médico si considera que necesita un suplemento de aceite de pescado o de Vitamina D. Asimismo, puede optar por una dieta baja en calorías que incluya pescado como la caballa o el salmón, que también contienen ácidos omega-3.

Los masajes. El masaje para aliviar el dolor debe hacer trabajar los músculos cuyos tendones se insertan en las articulaciones dolorosas. Por ejemplo, si tienes artrosis en las manos, se debe efectuar el masaje en el antebrazo, desde las muñecas hasta el codo, usando la técnica de la compresión. Para ello, debe ejercer presión sobre el músculo, con la base de la palma de las manos, el pulgar o el codo, mantenerla durante varios segundos y luego soltarlo. Para la artrosis en el talón o en el pie, se masajean la pantorrilla y la cara anterior de la pierna.

Aumenta la ingestión de Vitamina C. Los estudios han demostrado que las personas con artritis reumática son deficientes en vitamina C. La falta de esta vitamina empeora la artritis reumática, y un aumento de su aporte, en cambio, produce una regresión de la enfermedad.

La vitamina C es un muy buen remedio casero para los que padecen artritis reumática. 500 mg al día lograrán la proporción necesaria para obtener sus beneficios. No obstante, antes de embarcarse en una terapia con vitamina C, consulte a su médico.

Abstente de ciertos alimentos. Cuando los pacientes con artritis reumática evitan ciertos alimentos y productos lácteos los resultados son muy significativos. Entre ellos cabe citar las patatas blancas, los tomates, las berengenas y todos los pimientos (excepto la pimienta negra).

Quien padece artrosis debería seguir una dieta personalizada acordada con su médico.

Elimina los aceites vegetales. No hay duda de que los aceites vegetales son beneficiosos para la mayor parte de la gente pero, según se ha demostrado, las personas con artrosis constituyen un caso especial y necesitan disminuir su consumo y, al mismo tiempo, aumentar el de aceites ricos en ácidos grasos omega-3.

Se trata de evitar productos como las ensaladas condimentadas, las comidas fritas y las margarinas, puesto que contienen aceite. Estas comidas contienen una alta proporción de ácidos grasos omega-6, que causan inflamación a los enfermos con artritis reumática. Hay dos aceites que son bajos en ácidos omega-6: el aceite de canola, que se obtiene de la colza, y el aceita de oliva. Ambos deben usarse con moderación, para obtener un nivel máximo de grasa inferior al 30 % de las calorías totales.

Consume zumo de zanahoria. El ayuno con jugo de vegetales reduce significativamente el dolor en los pacientes con artritis reumática.

Son muy recomendables los zumos de zanahoria, apio, col o tomate. Para comenzar, se debe hacer un ayuno estrictamente basado en el consumo de zumos vegetales un solo día de la primera semana. La siguiente semana el ayuno se efectúa dos días, por ejemplo, lunes y miércoles, y la tercera tres días (lunes, miércoles y viernes). Sin embargo, consulte con su médico antes de comenzar cualquier dieta.

FUENTE: The Doctors Book of Home Remedies. Cúpula Salud.