La Hierbabuena o Mentha spicata es
una hierba perenne de aroma fresco e intenso. Se puede cultivar en casa a media
sombra, aunque tolera largas horas al sol. Se desarrolla con mayor facilidad en
terrenos arcillosos, ya que posee raíces extensas e invasivas, y necesita
abundante agua y buen drenaje.
Foto: Wikipedia |
De una maceta con hierbabuena
podemos recolectar hojas y tallos durante todo el año, siendo un condimento
excelente para guisos y un aromatizante muy profundo para las diferentes
estancias del hogar. Para su utilización en infusiones, es necesario esperar a
la floración. Se recolectan hojas y flores y se las deja secar boca abajo y a
la sombra durante 3-4 días. Una vez secas, se guardan en tarros herméticos en
un lugar seco y oscuro. Podremos recurrir a las así envasadas durante todo el
año para la cocina o para aromatizar tés e infusiones. La hierbabuena es conocida
como “Nana” en el delicioso té verde moruno o en la preparación del tabulé.
Por sus propiedades carminativas,
es muy utilizada en infusión como un eficaz método natural para aliviar los
dolores de estómago y los gases.
La hierba buena puede ser una
alternativa al tratamiento del hirsutismo leve, si se toma en infusión dos
veces al día, aunque son necesarias más investigaciones que lo confirmen. Para
este fin, se recomienda preparar la infusión de hierbabuena vertiendo un cuarto
de litro de agua hirviendo en una taza en la que repose una cucharadita de té
de hierbabuena (hojas secas), dejando infusionar entre 5 y 10 minutos.
Se puede utilizar como solución
natural para evitar el contagio de piojos restregándola sobre el cuero
cabelludo de los niños en las épocas de alto riesgo o para ahuyentar otros
insectos que acosan a nuestros animales domésticos.
También se utiliza para
aromatizar armarios y ahuyentar insectos.
Es muy satisfactorio cultivar tu
propia hierbabuena y disponer de ella siempre fresca o de algunos
tarros con las cosechas anteriores.