Una de las enfermedades que aumentan con la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico es el cáncer. La conexión entre la obesidad, la diabetes y el cáncer fue reportada por primera vez en 2004 por la Organización Mundial de la Salud. Las conclusiones a las investigaciones son que eres más propenso a contraer cáncer si eres obeso o diabético que si no lo eres, e igualmente eres más propenso a contraer cáncer si tienes el síndrome metabólico que si no lo padeces.
Ahora la mayoría de los investigadores coinciden en que la relación entre la dieta o estilo de vida occidental y el cáncer se manifiesta a través de esta asociación con la obesidad, diabetes y síndrome metabólico, es decir, la resistencia a la insulina. Esta fue la conclusión, por ejemplo, de un informe de 2007 publicado por el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer y el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer". Alimentación, Nutrición, Actividad Física y Prevención del Cáncer"
Los investigadores del cáncer consideran que el problema con la resistencia a la insulina es que nos lleva a secretar más insulina, y esta insulina (así como una hormona relacionada conocida como factor de crecimiento insulínico) en realidad promueve el crecimiento tumoral.
Como explica Craig Thompson, presidente del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center en Nueva York, las células de muchos cánceres humanos pasan a depender de la insulina (azúcar en la sangre) para obtener el combustible y los materiales que necesitan para crecer y multiplicarse. Algunos cánceres desarrollan mutaciones para aumentar la influencia de la insulina en la célula; otros se aprovechan de los niveles elevados de insulina comunes con el síndrome metabólico, la obesidad y la diabetes tipo 2. Thompson cree que muchas células pre-cancerosas nunca mutarían en tumores malignos si no estuvieran siendo impulsadas por la insulina.
La mayoría de los investigadores que estudian este enlace insulina/cáncer se muestran preocupados en la búsqueda de un medicamento que funcione suprimiendo la señalización de la insulina en las células cancerosas incipientes y por lo tanto, esperan, inhibir o prevenir su crecimiento completo.
El informe de 2007 del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer y el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer recomiendan trabajar para estar delgado y más activos físicamente, ya que esto nos ayudará a prevenir el cáncer.
Thompson confiesa: "yo ya he eliminado el azúcar refinado de mi dieta e ingiero el mínimo azúcar que me es posible, porque creo que es lo que debo hacer para reducir mi riesgo de padecer cáncer". Lewis Cantley, director del Centro de Cáncer del Beth Israel Deaconess Medical Center de la Harvard Medical School, por su parte, lo resume en: "El azúcar me da miedo. Estamos hablando de cosas que no podemos ver - hígado graso, la resistencia a la insulina y todo lo que sigue. Oficialmente no debería preocuparme porque la evidencia no es concluyente, pero lo hago."
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