La uva o grano de uva es como se denomina al fruto en baya que
crece formando racimos de la vid común o vid europea, que incluye unas 600
especies de arbustos, en su mayoría trepadores. La vid es una de las primeras
plantas que cultivó el hombre.
Racimo de uvas |
La uva tiene propiedades astringentes, antiinflamatorias,
antioxidantes, desintoxicantes y antiescleróticas. Sus semillas y sus hojas son
astringentes. Las hojas de vid se han utilizado en la medicina tradicional para
detener hemorragias y sangrados leves. El consumo de la uva madura puede
influir en los riñones, promoviendo el flujo de orina. Junto con una dieta
nutritiva, las uvas son una gran ayuda a las personas que sufren de anemia y
fatiga. Las uvas también son útiles en los casos de viruela, neuralgias e
insomnio.
Las uvas son ricas en potasio, en especial las uvas pasas, que
controla el equilibrio de los líquidos en el organismo. La uva fresca es baja
en sodio. Su contenido de vitamina B interviene en el metabolismo de la grasas
y de los hidratos de carbono por lo que límpia el organismo.
La semilla de uva
La semilla de uva obtenida de las uvas rojas es una fuente rica
de flavonoides llamados proantocianidinas, que tienen un enorme efecto promotor
de la salud para el cuerpo. Se cree que protegen contra el cáncer y las
enfermedades cardíacas. La semilla de uva no sólo proporciona protección
antioxidante a todo nuestro cuerpo, sino que, además, es una de las pocas
sustancias que protegen las células del cerebro también.
El papel nutricional de la semilla de uva
La proantocianidina (bioflavonoides) contenida en la semilla de
uva mejora en gran medida la actividad de la vitamina C para fortalecer las
membranas celulares protegiéndolas de la oxidación. Esta propiedad antioxidante
de la semilla de uva actúa fortaleciendo los capilares, protegiendo contra los
radicales libres y mejorando la producción de colágeno (una fibra de proteína
necesaria para el crecimiento celular y la reparación). Es una fuente de ayuda
en las alergias inhibiendo la liberación de histaminas mientras que sus
bioflavonoides tienen un efecto antiinflamatorio que inhibe la liberación de
ciertas enzimas que promueven la inflamación. La semilla de uva fomenta la
buena circulación y la salud de los vasos sanguíneos.
Tradicionalmente, la semilla de uva se viene utilizando por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, para la salud de los vasos sanguíneos y capilares así como de las venas varicosas, para el cuidado de la piel por su colágeno, para las alergias, para el tratamiento de la degeneración macular, para la artritis o para reducir los niveles de colesterol en sangre.
Tradicionalmente, la semilla de uva se viene utilizando por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, para la salud de los vasos sanguíneos y capilares así como de las venas varicosas, para el cuidado de la piel por su colágeno, para las alergias, para el tratamiento de la degeneración macular, para la artritis o para reducir los niveles de colesterol en sangre.
Racimo de uvas rojas |
La medicina alternativa recomienda el uso de la uva y las partes
de la planta de uva para la presión arterial alta, la menopausia, varices,
colesterol alto, erupciones cutáneas y problemas para orinar. También respalda
su efectividad para la inflamación de las encías, la garganta, los ojos y la
boca.
Un poco de historia
Johanna Brandt, una dietista sudafricana, propuso la dieta de la
uva en 1925. Brandt afirmaba haberse curado de cáncer de estómago siguiendo la
dieta. Debido a que ninguna evidencia científica respaldaba su afirmación de
que el tratamiento mejora la salud o cura la enfermedad, Brandt y algunos de
sus seguidores que prescribían o promovían la dieta de la uva como una cura
para el cáncer se convirtieron en el blanco de fuertes críticas e
incluso de la acción legal.
Durante las últimas décadas, el interés en la comprensión del
papel de los antioxidantes en la salud ha comenzado a crecer. Las
proantocianidinas se extraen de las semillas de uva en 1970. A mediados de la
década de 1990, se sugiere por primera vez que un compuesto llamado resveratrol
y que se encuentra principalmente en la piel de las uvas rojas, es el
responsable de la "paradoja francesa", la baja incidencia de
enfermedades del corazón entre los franceses, que tienden a comer una dieta
rica en grasas.
¿Cuál es la evidencia en la lucha contra el cáncer?
Mientras que algunas sustancias en las uvas pueden ser prometedoras
contra el cáncer, actualmente hay muy poca evidencia científica confiable que
demuestre que beber vino tinto, comer uvas, o seguir la dieta de la uva puede
prevenir o tratar el cáncer en las personas.
Varios estudios de laboratorio en cultivos celulares han
demostrado que las proantocianidinas tienen propiedades antioxidantes. Un ensayo clínico
de extracto de semilla de uva en voluntarios sanos apoya esta conclusión.
Algunos estudios de laboratorio han encontrado también que las
proantocianidinas pueden reducir la producción de estrógeno del cuerpo, lo que
podría afectar a los tumores sensibles a las hormonas tales como algunos tipos
de cáncer de mama.
Otros estudios de laboratorio han demostrado que el resveratrol
podría ayudar a prevenir la enfermedad cardíaca y el cáncer.
Racimos de uvas |
El consumo de semillas de uva no tiene efectos secundarios
conocidos o toxicidad, pero siempre se debe consultar a un profesional de la
salud antes del consumo de cualquier hierba o tratamiento.
Fuente: http://www.cancer.org/
Fotos: Foto1: eflon (Alex from Ithaca, NY) Foto 2: Muffet Foto3: Tomás Castelazo
Fuente: http://www.cancer.org/
Fotos: Foto1: eflon (Alex from Ithaca, NY) Foto 2: Muffet Foto3: Tomás Castelazo