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Los flavonoides, también conocidos como bioflavonoides, son una
clase de fitoquímicos, sintetizados por las plantas. Son los responsables de
producir la pigmentación de los pétalos de la flor. Por lo tanto, ayudan en la
polinización de las plantas, además de proporcionar protección contra insectos
y microorganismos nocivos. Existen básicamente seis clases principales de
flavonoides o bioflavonoides. Estas clases son flavonoles, flavonas, isoflavonas,
flavanonas, flavonoles y antocianinas. Los flavonoides que se encuentran más
comúnmente en los alimentos son quercetina, epicatequina, proantocianidinas
oligoméricas, miricetina, catequinas y xanthohumol.
Varios estudios científicos han puesto de manifiesto la enorme
importancia de los flavonoides en el cuerpo humano.
Los flavonoides en los alimentos
Los flavonoides se encuentran sólo en
alimentos de origen vegetal. Son abundantes en un gran número de frutas y
verduras. Algunas de las fuentes dietéticas más importantes de bioflavonoides
son los cítricos, las fresas, los arándanos, los fréjoles, las cebollas, las
legumbres, el ginkgo biloba y la espinaca. El té verde, negro y blanco son
también muy ricos en flavonoides. El chocolate negro y el vino tinto son dos
otras fuentes importantes de estos fitoquímicos. La miel puede ser también una
fuente importante de flavonoides, dependiendo de los tipos de flores de las que
se ha recogido el néctar.
Los flavonoides como antioxidantes
Actúan como antioxidantes para neutralizar los radicales libres
y por lo tanto, minimizar sus efectos dañinos en nuestras células y tejidos.
Los radicales libres son moléculas altamente reactivas e inestables, que han
perdido un electrón. Esta pérdida de electrones es lo que los hace altamente
reactivo. Con el fin de estabilizarse, los radicales libres necesitan un
electrón y para lograr este propósito oxidan las células sanas de nuestro
cuerpo provocando graves daños.
Los radicales libres se producen principalmente como
subproductos en los procesos bioquímicos vitales que tienen lugar en nuestro
cuerpo. Algunos de ellos, sin embargo entran en nuestro cuerpo desde el
ambiente externo, tales como el humo de cigarrillos, el consumo de alcohol, la
radiación electromagnética, la exposición a la luz solar, el consumo de
alimentos procesados, la contaminación del aire, etc. Incluso el estrés puede
generar un alto nivel de radicales libres dentro de nuestro cuerpo. Los
flavonoides, como antioxidantes, ayudan a neutralizar y estabilizar los radicales
libres, de manera que no pueden dañar las células y tejidos sanos. Así,
proporcionan protección contra un gran número de enfermedades que incluyen el
cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes, etc
Puede ayudar a prevenir la ateroesclerosis, que es una
enfermedad caracterizada por la acumulación de grasas dentro de la pared
arterial. Esta acumulación estrecha las
arterias, impidiendo de este modo el flujo de sangre a los órganos vitales de
nuestro cuerpo, como el corazón y el cerebro. Por lo tanto, esta enfermedad
aumenta el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. Los
flavonoides, mediante la prevención de la aterosclerosis, disminuyen el riesgo
de enfermedades coronarias.
Foto: André Karwath |
Por lo tanto, los flavonoides o bioflavonoides son básicamente
polifenoles que tienen propiedades antioxidantes, anti-inflamatorias,
anti-virales, anti-cáncer, anti-tumorales y anti-diarreicas. Se cree que
mejoran la respuesta inmune natural del cuerpo para luchar contra los agentes
patógenos, alérgenos y sustancias cancerígenas.
Cuando Hipócrates, padre de la medicina, dijo que "Que tu alimento sea tu medicina" probablemente se estaba refiriendo a alimentos
como los flavonoides.
Fuente: http://www.lurj.org/article.php/vol3n2/flavonoids.xml